Xiuhtecuhtli y Hefesto hacen de las suyas.


Fernando Alés.

Septiembre/25.

 

Los gobiernos de derechas de este nuestro amado país, capitalizan los impuestos destinados a los servicios esenciales, en este caso, la prevención, la conservación y la actuación en caso de incendio de nuestros montes, enchufando cientos de millones (270 millones a medios aéreos, no tengo otros datos) a empresas privadas, afines a su ideología, con la consecuente precarización de medios técnicos y humanos. Desviando presupuestos destinados a este fin, directamente a empresas y otros fines de menor utilidad pública, por no decir ninguna.

 

 

Empezamos este mes acordándonos de Xiuhtecuhtli y Hefesto, dioses del fuego, la forja y el calor.

Si agosto fue el mes del calor por excelencia, este año por desgracia hemos tenido el plus añadido de los incendios forestales, habituales por otra parte, todos los años, aunque no con la virulencia de este.

Todos estamos de acuerdo que el cambio climático está modificando el planeta y que cada año se producirán más incendios y más devastadores, y si no ponemos remedio a esta vorágine sin razón de negar las pruebas evidentes que tenemos delante de nuestras narices, de nuestros bosques, incluso de nuestras casas, acabaremos pagando, como ya lo hacemos las consecuencias.

Digo, que son pruebas evidentes, salvo para los negacionistas; esos de la tierra plana, los chips en las vacunas, las conspiraciones infinitas y otros tantos temas tan descabellados o más que estos… 

Aunque negacionistas ha habido desde el principio de los tiempos, o eso nos han hecho creer. Con decir, que todavía hoy hay quien cree que una vez, hace bastantes más años que los que tenía el tatarabuelo de Matusalén cuando nació; llegó allende los cielos, un ser divino y creo al primer hombre de barro y después le arrancó una costilla para crear a la mujer.

Y los abducidos todavía hoy lo acatan, como dogma de fe.

Bueno, perdón por el lapsus, pero es que estas cosas me encienden, como a un monte un pirómano.

Vamos al tema que estoy tratando. Decía que me temo, que cada vez será más problemático el tema este de los incendios, como ya lo es la subida gradual de las temperaturas, con sus terribles consecuencias; la desertificación, la subida del nivel del mar y todos los demás males que están ahí, entrando por debajo de la puerta de nuestras vidas, sin que hagamos nada.

A veces creo que la Diosa Gea o Gaia (según los antiguos griegos) como si fuera un ente vivo, nos está castigando por intentar destruirla con nuestra soberbia y nuestra prepotencia.

Pero como hombre pragmático que soy, me voy a dejar de mitologías, creencias y demás divagaciones, a pesar del título de este mes.

Estamos, donde estamos por la mano del hombre. Como dije antes por su soberbia y su prepotencia, por decirlo de forma resumida, por su inusitada avaricia. Porque vivimos en un sistema capitalista global, donde priman los intereses económicos por encima de la conservación de nuestra propia casa (la tierra) o incluso de nuestras propias vidas.

Ya lo dijo Stephen Hawking: El apocalipsis llegará con el capitalismo, no con las maquinas. Money is money (para mis lectores internacionales).

¿Y qué hacemos aquí, con todo esto? ¿Y más concretamente con el tema de los incendios? Pues como buenos capitalistas, capitalizar esto. Paradójicamente en las Comunidades gobernadas por el tándem derecha- ultraderecha.

Siempre voy a parar al mismo sitio: La política. 

Pero es que no dan una a derechas (valga el juego de palabras). Me explico:

Los gobiernos de derechas de este nuestro amado país, capitalizan los impuestos destinados a los servicios esenciales, en este caso, la prevención, la conservación y la actuación en caso de incendio de nuestros montes, enchufando cientos de millones (270 millones a medios aéreos, no tengo otros datos) a empresas privadas, afines a su ideología, con la consecuente precarización de medios técnicos y humanos. Desviando presupuestos destinados a este fin, directamente a empresas y otros fines de menor utilidad pública, por no decir ninguna. Véase caza, tauromaquia y asuntos religiosos, por ejemplo.

Después pasará como cuando los yankees terminan una guerra, un ejército de “contratistas” amigos, afines o allegados de harán cargo de la reforestación, y la reconstrucción a cambio del pelotazo de turno.

Lo estamos viendo en Valencia, aunque no se ve mucho porque para algunos medios, no es de interés general.

Quedando con ello, sobradamente demostrado; que la población, sus recursos o su estilo de vida les importan un carajo.

Prevalece por encima el interés económico de las empresas adjudicatarias de tales pelotazos.

¿Y cómo actúan cuando esto se desborda?

Pues como hacen siempre, en un ejercicio de absoluto cinismo, (al que ya nos tienen acostumbrados por otro lado) echando balones fuera, señalando a otros; en este caso al Gobierno Central como responsables por no actuar a tiempo, por no enviar los medios suficientes, etc, etc, etc…

Falta por saber si se señalará también a la AEMET, por no avisar que iba a hacer calor o por no informar de la dirección del viento, con suficiente antelación.

De momento ya se ha señalado a la directora general de Protección Civil y Emergencias; Virginia Barcones, tachándola de ineficaz y denominándola literalmente de pirómana.

La directora de Protección Civil es una pirómana más, ha declarado D. Elías Bendodo, vicesecretario de política autonómica del PP (¿de quién si no?) 

En defensa de los barones responsables de tanta ineficacia por indulgencia o inutilidad manifiesta, el partido saca a su perro de confianza a echar más leña al fuego y a morder a quien sea para “menear la salsa”. Tanto si es así, como si actuó “motu propio” espero que haya consecuencias para él y así como se le exijan responsabilidades los responsables políticos que corresponda.

Llamadme iluso, pero me haría ilusión que alguna vez, alguien pusiera en su sitio a esta gentuza.

En fin, os dejo recuerdos de San Lorenzo para Castilla-León, Extremadura, Galicia y otras zonas afectadas por los 114 grandes incendios que se han producido hasta la fecha en toda España.

Desde aquí vaya mi solidaridad, como la del todo el equipo que formamos Alternativa Mediterráneo, tanto con los afectados, como con los trabajadores de los equipos de extinción.

Ni Dios, ni San Pedro van a bendecir nada, porque siguen de vacaciones. 


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