El Traje a rallas


Mientras la ciudad dormía anoche, a mí el insomnio, me hacía reflexionar sobre el hecho de que asistimos estos días a un espectáculo entre grotesco y absurdo de memes y publicaciones, en las que al calor del informe de la UCO que deja en pelotas al que ha sido el número tres del PSOE, hasta que el informe de la UCO lo dejó en pelotas, Santos Cerdán, la cabaña borrega fascista, en el nuevo mantra que les han echado desde las ventanas de los burdeles mediáticos para su irreflexivo consumo, para deglutir sin masticar al menos, pide prisión (algunos, los más demócratas, incluso paredón) para el legítimo presidente del legítimo gobierno de España, Pedro Sánchez. 

Que el ensordecedor ruido de los corderos truene en las redes cada vez que una mosca se para en el cristal sociata, es algo a lo que ya nos tienen acostumbrados los inasequibles a la razón, que se dedican con esmero y sin ninguna pulcritud a empercudir la convivencia y sembrar el odio hacia el zurdo, al dictado de la canalla fascista que, a través de las furcias mediáticas de habitual, que los hampones franquistas mantienen con el dinero de todos para que inoculen en los pobres de entendimiento el virus del odio hacia quien, hasta el momento se muestra más como un aliado que como un enemigo, mientras que sus verdaderos enemigos la mafia fascista, los adormece con los cuentos de Herrera y las fábulas de Quintana, o los asfixia con los sonoros pedos mentales del resentido Losantos, por no hablar de las interesadas píldoras nazis que les hacen tragar los camisas pardas Negre, Iker, Alvise, etc. 

Lo absurdo del ruido borreguil viene cuando preguntas el motivo por el que, según la cabaña borrega, Pedro Sánchez, debe de ir a prisión, ahí todos se ponen de lado y nadie te ofrece un argumento serio, inteligente, ni siquiera razonable, simplemente tiran de los mantras anteriores que les han ido inoculado en sus visitas a los burdeles mediáticos: ha pactado con los independentistas; es un agente de Maduro; ha mentido; su política rompe España y, mi estupidez preferida; “ha metido a ETA en el gobierno”, que es la soplapollez que les rebuzna cada vez que le acercan un micro la choni de Chamberí, Isabel Díaz Ayuso, vaya o no pasada de cervezas. Nada, cero. Ni un puñetero argumento abrigado de un mínimo de raciocinio, sin remota sospecha de haber costado un segundo de reflexión a quien lo escupe. Cero. Encefalograma plano. 

Lo más descacharrante de todos estos corderos del atronador borreguismo que balan para ver en la cárcel a Pedro Sánchez, porque a los privilegiados que los pastorean no les benefician las políticas que desarrolla el legítimo gobierno de España, es que son los mismos que justifican y apoyan a presuntos homicidas como Mazón o la propia choni de Chamberí, que se pasean por los burdeles mediáticos, apestando a hedor de corrupción, aunque, por lo que sea, sin informes de la UCO que los dejen en pelota, con muy poca vergüenza y muchos muertos en su zurrón, exigiendo, con las manos manchadas de sangre, la dimisión de en quien ni tan siquiera, de momento, se puede apreciar ni “un roal” de sudor en la camisa. 

Pedir prisión para Sánchez, por los pecados de quienes lo rodean es desproporcionar la responsabilidad del presidente, que sin duda tiene, desde luego, y vestir de limpio, impoluto y digno, a quienes, quizá, si deberían de lucir el traje a rallas. 


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