El negocio de los pisos turísticos
Josemi Montalbán.
Septiembre/25.
Es el de los pisos turísticos un negocio muy lucrativo, negocio, y también un serio problema, que ni en un caso, ni en el otro, ha sido generado por el español de infantería, sino por aquel/los que tienen el dinero necesario para invertir en edificios, y en leyes que los amparen.
Sepa usted que en España existen en torno 400.000 pisos turísticos, muchos de ellos sin estar inscritos como tales, ni constar en registro alguno, un muy lucrativo negocio que no solo esquiva el pago de los correspondientes impuestos, y ocasiona el disparatado alza de los precios en los alquileres, también dejan desprotegidos a los usuarios de este tipo de vivienda vacacional, normalizada administrativamente por algunas comunidades autónomas a partir de la reforma de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) por parte del gobierno socialista presidido por Felipe González en 1994, y que excluyó los alquileres de corta duración del régimen tradicional, lo que ha terminado por provocar un sunami social que está desplazando a los vecinos de "toda la vida" de sus barrios, y ha dado lugar a auténticas mafias que se mueven en el submundo financiero, casi nunca con buenas artes, para hacerse con el control de edificios enteros, sobre todo en el centro de las ciudades y que no se paran ante nada, ni mucho menos ante nadie, ejerciendo un tipo de violencia "legal" contra los vecinos que se niegan a abandonar sus hogares que va desde la desmesurada e inasumible subida del alquiler, hasta directamente la extorsión o la amenaza judicial, que suele terminar en desahucios sin solución habitacional para familias que lejos de ser vulnerables, en condiciones de mercado normales, se podrían considerar fiables.

La regulación y control de estos negocios es competencia de las distintas comunidades, por lo que los requisitos varían, permitiendo la picaresca y el aprovechamiento ilícito de una regulación que en muchos casos es complicado interpretar correctamente.
Para tratar de evitar todos los problemas inherentes a esta situación de mercado irregular, desde el Gobierno central se ha intentado actuar en este 2025 de modo que, en estos momentos y, si no sufre cambios la ley, es ilegal alquilar un piso como turístico si este no está previamente inscrito como tal, lo que implica que el propietario debe obtener un número de registro oficial y cumplir con los requisitos exigidos por su comunidad autónoma para poder ejercer la actividad. Además, desde el 3 de abril de 2025, se exige autorización expresa de tres quintos de los vecinos de un edificio, para que uno de los propietarios pueda alquilar una vivienda como piso turístico. Ambas medidas salieron adelante a pesar de no contar con el apoyo del Partido Popular, ni VOX.
Es el de los pisos turísticos un negocio muy lucrativo, negocio, y también un serio problema, que ni en un caso, ni en el otro, ha sido generado por el español de infantería, sino por aquel/los que tienen el dinero necesario para invertir en edificios, y en leyes que los amparen.
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