Meloni, una neofascista en el Palazzo Chigi

ElComunero.

Septiembre/22

Cofundadora y presidenta del partido Fratelli d’Itallia, herederos de Mussolini, Giorgia Meloni, una romana nacida en 1977, ha logrado hacerse con la mayoría de la confianza de los italianos en las últimas lecciones, lo que puede hacerla la primera mujer en la historia del país transalpino que lidera el gobierno.

Meloni siempre ha militado en las filas de los movimientos fascistas italianos, desde su pronta militancia siendo prácticamente una adolescente en el Fronte della Gioventù, el brazo juvenil del Movimiento Social Italiano, fundado en en 1946 por seguidores del exdictador italiano Benito Mussolini, y muy vinculado a la violencia que durante los "años de plomo" ensangrentó Italia.

En el año 2006, con 29 años, Meloni fue elegida parlamentaria y se convirtió en la vicepresidenta adjunta más joven del Parlamento de Italia, mientras que con 31 años, en 2008, se convierte de la mano de Silvio Berlusconi en ministrade Juventud, siendo el miembro más joven de un Gobierno en la historia de la Italia republicana.

Entusiasta admiradora del expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump y del primer ministro húngaro Viktor Orbán, Meloni es una neofascista convencida que sin duda ha dado un empuje brutal al fascismo en Europa, donde, aunque pueda paracer una locura, y lo es, está en pleno ascenso.

Tras la caída del Gobierno italiano en 2011, Meloni fundó Fratelli d'Italia, formación con la que desde entonces ha ido en ascenso, hasta entrar por la puerta grande en el Palazzo Chigi en 2022.

Las elecciones del pasado 25 de septiembre de 2022 han sido las segundas que se llevaban a cabo bajo las  disposiciones del denominado Rosatellum, una ley (que lleva el nombre del parlamentario Ettore Rosato), que cual favorece las coaliciones y combina la representación proporcional (61% de los escaños) con el sistema mayoritario (37%) y con una circunscripción del 2% para el exterior, y que fue pactada en su día entre Matteo Renzi y Silvio Berlusconi, con la finalidad de facilitar la creación de gobiernos. Una ley, que, claramente, es las elecciones de Septiembre de 2022 ha beneficiado a los movimientos fascistas italianos.