Juan Carlos I, el hombre que decepcionó a un país.
Por: El Comunero.
Julio/22
El hombre que capitaneó la transición española de la dictadura de Francisco Franco a la actual democracia de la que disfrutamos en esta España del siglo XXI, nació en 1938 en el exilio, en un reino distinto del que, después fue el suyo. En una Roma de la que era soberano Víctor Manuel III.
Don Juan Carlos que fue el hijo primogénito del matrimonio Juan de Borbón y Battenberg y María de las Mercedes de Borbón-Dos Sicilias y Orleans, pasó su infancia siendo privilegiado testigo de los esfuerzo que hacía su padre con el dictador Francisco Franco, para restaurar el régimen monárquico en España, que había sido usurpada por Franco y su nueva casta. Finamente ambos, Don Juan y Franco, llegaron a un acuerdo por el que el príncipe vendría a vivir a España y sería educado según las reglas y preceptos del «Movimiento Nacional» bajo cuya nomenclatura se encuadraron los vencedores de la Guarra Civil que arrebataron por la fuerza de las armas el poder a la II República.
Ha sido Don Juan Carlos un hombre marcado siempre por la polémica desde que en 1956 matara de forma accidental a su hermano Alfonso cuando ambos jugaban con una pistola que había sido regalo de Alfonso. Envuelto siempre en un cierto aura de «caprichoso» o «consentido» que unido a un carácter inclinado a imponer su voluntad, desmentían la imagen de «campechanía» que se ha querido dar de él desde la Casa Real. Las continuas y numerosísimas infidelidades a la reina doña Sofia de Grecia, con la que contrajo matrimonio en 1962, eran silenciadas pero conocidas por todos. Perseguido por la sombra de una posible implicación en el golpe de estado de 23 de Febrero de 1981, Juan Carlos siempre se ha considerado oficialmente el artífice del mantenimiento de la democracia española al no brindar su apoyo a los golpistas y mantenerse del lado de la legalidad constitucional. Fueron muchas también las voces que advirtieron, todas ellas oportunamente silenciadas, de los posibles «negocios» del rey, que después de cuatro décadas al frente del estado y tras un accidente en África, durante una de sus frecuentes «vacaciones» en compañía de una de sus amantes habituales lo llevaron a abdicar en la persona de su hijo el actual monarca Felipe VI, y emprender un «viaje» que lo ha mantenido fuera de España durante dos años, entre tanto en nuestro país se desestimaba cualquier posible imputación del emérito rey, y del que volvió el pasado 19 de mayo, para asistir a un acto deportivo en la localidad gallega de Sanxenxo, como no podía ser de otro modo, un retorno también envuelto en polémica y comentarios de todo tipo.


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