Un Nuevo Comienzo Natural. Beneficios y Desventajas.


Inmaculada Romero. (Naturópata)

Septiembre/25.

 

Ya llegó septiembre con sus pros y sus contras para nuestro cuerpo y nuestra mente. Todo tiene solución como siempre os digo desde hace un año todos los meses. Me alegra mucho saber que quienes optaron por seguir los consejos que propongo de salud natural y comprender cómo los ciclos de la naturaleza con sus estaciones nos afectan y cómo también pueden ayudarnos, han mejorado su estado físico y emocional.

Este mes que entra nos lleva a un cambio de estación y como todos los cambios, tienen sus beneficios y desventajas.

La mejor manera para encontrarnos bien es sin duda conocer que nos ocurre y conocer las soluciones.

¡Bienvenido septiembre!

Septiembre es, sin duda, uno de los meses más simbólicos del calendario. Aunque técnicamente no marca el inicio del año, muchas personas lo viven como un nuevo comienzo. Es el mes de la vuelta al colegio, al trabajo, a las rutinas y a la normalidad tras el desenfreno o el descanso del verano. Desde la mirada naturopática, septiembre es un punto de inflexión que ofrece tanto oportunidades como desafíos. Hoy quiero invitarte a reflexionar conmigo sobre los beneficios y desventajas que este mes trae consigo, y cómo podemos vivirlo de forma más consciente, conectada con nuestros ritmos naturales y nuestras verdaderas necesidades.

El Equinoccio, la Tierra y el Cuerpo

 

Desde el punto de vista de la naturaleza, septiembre es una transición: del verano al otoño. En el hemisferio norte, el día y la noche se equilibran con el equinoccio de otoño, un momento sagrado para muchas culturas ancestrales, que reconocían en este evento un llamado al equilibrio interno y externo.

 

Beneficio:
Este cambio estacional es una gran oportunidad para detenernos, mirar hacia adentro y restablecer nuestro equilibrio. El cuerpo, al igual que la tierra, empieza a ralentizarse, preparándose para el recogimiento del invierno. Es un momento ideal para iniciar prácticas que nutren nuestro sistema nervioso y hormonal: meditación, caminatas en la naturaleza, alimentación más caliente y nutritiva, infusiones adaptógenas, y tiempo de calidad con uno mismo.

 

Desventaja:
No todas las personas están preparadas para esta transición. El paso del verano, con su luz intensa y sus días largos, al otoño, puede generar alteraciones en el estado de ánimo, conocidos como trastornos afectivos estacionales. La disminución de la exposición solar puede reducir los niveles de vitamina D y serotonina, afectando nuestro bienestar emocional. Además, retomar la rutina de manera abrupta puede generar estrés físico y mental.

La Vuelta a la Rutina: Orden y Estrés

 

La vuelta a la rutina tiene dos caras. Por un lado, el orden nos da estructura y dirección, mientras que por otro, puede percibirse como una pérdida de libertad y espontaneidad, especialmente si no estamos alineados con nuestras verdaderas motivaciones y valores.

 

Beneficio:
Desde una visión naturopática, tener una rutina puede ser profundamente sanador. El cuerpo ama los ritmos: dormir y despertar a la misma hora, comer de forma regular, trabajar y descansar en ciclos equilibrados. Todo esto favorece la función del sistema endocrino y nervioso, regula los biorritmos y mejora la digestión, el sueño y la concentración. Septiembre nos ofrece la oportunidad de establecer hábitos saludables: planificar nuestras comidas, organizar nuestro tiempo y reconectar con propósitos personales o profesionales.

 

Desventaja:
El riesgo es caer en un automatismo que nos desconecte de nuestro cuerpo. Muchas personas, tras regresar de vacaciones, sienten una presión por “ponerse al día”, recuperar el tiempo “perdido” o alcanzar metas de productividad impuestas. Esto puede llevar a un estrés crónico, con síntomas como ansiedad, insomnio, fatiga, irritabilidad o problemas digestivos. En naturopatía, consideramos que el estrés sostenido es una de las principales causas de desarmonía y enfermedad.

Alimentación: Del Crudo a Cocido

 

Uno de los aspectos que más me gusta trabajar con mis consultantes es la alimentación estacional. Comer según la estación es una forma muy poderosa de sintonizar con los ciclos de la naturaleza.

 

Beneficio:Septiembre es tiempo de cosecha. Aún podemos disfrutar de frutas veraniegas como el melón, la sandía o el melocotón, pero ya empiezan a aparecer alimentos más propios del otoño: calabazas, manzanas, uvas, higos, setas, boniatos… Es el momento perfecto para comenzar a reducir el consumo de alimentos crudos y fríos, e ir incorporando cocciones suaves: salteados, vapor, guisos ligeros. También es tiempo de fortalecer el sistema inmunológico con alimentos ricos en vitamina C, zinc, y fitonutrientes presentes en las verduras de temporada.

 

Desventaja:

Muchas personas se sienten “perdidas” al retomar sus hábitos alimenticios tras las vacaciones. El exceso de alcohol, comidas pesadas o falta de horarios durante el verano puede haber dejado una sensación de hinchazón, letargo o incluso culpa. Aquí es importante recordar que la naturopatía no juzga ni impone. Es más sabio escucharse, respetarse y hacer ajustes progresivos, sin exigencias. Las dietas extremas o las restricciones repentinas pueden generar más daño que beneficio.

Septiembre y el Sistema Inmunológico

 

El inicio del curso escolar y laboral también implica un mayor contacto social, cambios de temperatura, y una exposición creciente a virus, especialmente en niños y personas con sistemas inmunes debilitados.

 

Beneficio:
La prevención es una de las grandes herramientas de la naturopatía. Septiembre es el mes ideal para empezar a fortalecer nuestras defensas de cara al invierno. Podemos hacerlo con plantas medicinales como la equinácea, el sauco, el tomillo, o la uñas de gato, así como con hongos medicinales como el reishi o el shiitake. También es un buen momento para revisar nuestra microbiota intestinal, base de nuestra inmunidad, a través de una dieta rica en fibra, fermentados naturales y prebióticos.

 

Desventaja:
Si no se atiende correctamente esta transición, es común enfermarse en septiembre u octubre. Los cambios bruscos de temperatura, el estrés por la vuelta a la rutina y el desgaste de las vacaciones pueden bajar nuestras defensas. También se observa un aumento de las alergias otoñales, especialmente al moho y a ciertos pólenes. Por eso, es importante cuidar también el descanso, la hidratación, y evitar la automedicación.

El Aspecto Emocional: Nostalgia, Motivación y Confusión

 

Cuerpo y emoción son inseparables. Lo que sentimos afecta profundamente a nuestro sistema fisiológico, y viceversa.

 

Beneficio:
Muchas personas sienten en septiembre una energía renovada, similar a la que sentimos en enero. Es una época para replantear objetivos, retomar proyectos, comenzar cursos, iniciar terapias o simplemente revisar nuestra vida. Este impulso puede ser muy positivo si lo usamos con conciencia y sin autoexigencia.

 

Desventaja:
Sin embargo, para otras personas septiembre puede ser un mes difícil. La nostalgia por el verano, el miedo a enfrentar nuevas responsabilidades o la sensación de vacío pueden emerger con fuerza. Es común experimentar lo que algunos llaman “síndrome postvacacional”, que en realidad es una señal del cuerpo que nos pide cambio, descanso o mayor coherencia entre lo que hacemos y lo que somos.

Recomiendo trabajar con terapias de apoyo emocional como las flores de Bach, la aromaterapia, la reflexología emocional, y por supuesto, el acompañamiento terapéutico si es necesario.

Conclusión: Vivir Septiembre Desde la Escucha y la Naturaleza

Septiembre es un mes de múltiples significados. Puede ser un regalo o un desafío, según cómo lo vivamos.Lo importante no es encajar en un molde o seguir una rutina rígida, sino aprender a escucharnos, a mirar la naturaleza como aliada y a sostener nuestros procesos con amabilidad y presencia.

Es momento de preguntarnos:

  • ¿Qué quiero sembrar en este nuevo ciclo?
  • ¿Qué hábitos deseo incorporar o dejar atrás?
  • ¿Cómo puedo cuidar mejor de mí, de mi cuerpo y de mi energía?

No se trata de hacerlo todo perfecto, sino de dar pequeños pasos conscientes hacia una vida más alineada, más natural y más conectada.

Te invito a vivir este septiembre con calma, con compasión, y sobre todo, con amor propio. Porque cada estación tiene su medicina… y septiembre, sin duda, nos invita a renacer.

Espero tu renacer en septiembre y que consigas el equilibrio.

¡Feliz septiembre!


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