Ucrania, se acabó el negocio.
Daniel Martín.
Diciembre/25.
Europa, en estos momentos comandada por un movimiento reaccionario de extrema derecha, en muchos casos de “escenificación” nazi, no está de acuerdo con terminar el conflicto
El “acuerdo de paz” propuesto por el presidente de Estados Unidos, Donadl Trump a Ucrania y negociado directamente entre Estados Unidos y Rusia, sin contar con Ucrania, el otro protagonista en el conflicto desencadenado por la OTAN entre Rusia y Ucrania, una guerra geopolítica que libran un grupo de nazis, haciendo correr la sangre de una generación de jóvenes de ambas naciones en conflicto, no es un plan de paz. Es un chantaje, o, si usted lo prefiere un ejemplo más de la forma que Trump tiene de hacer política, se hace lo que yo quiero, o aténgase a las consecuencias.
La OTAN ha comprendido después de cuatro años de guerra, que Ucrania, a pesar de todo el esfuerzo que los países de OTAN están haciendo y toda la ayuda que de estos está recibiendo, poniendo al mundo al borde de un conflicto global y posiblemente nuclear, nunca podrá ganar la guerra a Rusia.
Europa, en estos momentos comandada por un movimiento reaccionario de extrema derecha, en muchos casos de “escenificación” nazi, no está de acuerdo con terminar el conflicto, pretenden seguir debilitando al coloso ruso, que se desangre poco a poco en Ucrania, como lo hizo el soviético en Afganistán, porque al fin y a la postre los que están muriendo no son los jóvenes de la Unión Europea, sino otros que curiosamente se parecen físicamente y incluso hablan la misma lengua, pero está en juego hacerse con un enorme mercado de 143 millones de personas, que no termina de abrirse al “bondadoso” liberalismo que se impone desde Nueva York y que Bruselas ha hecho suyo.
Durante el encuentro bastante incómodo que tuvo lugar en la residencia de la encargada de negocios estadounidense en Kiev, Julie Davis, el secretario del Ejército de Estados Unidos, Daniel Driscoll, explicó a los representantes de la Unión Europea, para su enojo, que "creía que había llegado el momento de la paz".
"Por mucho que podamos apoyar a Ucrania para que continúe la guerra, hay límites", les Julie Davis. "Hay fuertes indicios de que Rusia cuenta con una sólida base industrial y es cuestión de tiempo que Ucrania tenga que llegar a un acuerdo", señaló. En otras palabras, que esto no se puede ganar y es tontería seguir invirtiendo en un conflicto que cuando acabe dejará un país que no podrá asumir el pago de los equipos bélicos que les estamos vendiendo, ni hacer frente al pago de los préstamos que le estamos concediendo.
Porque es de eso de lo que se trata, de que se acabó el negocio.
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