Cómo sobrellevar el calor en Julio
Inmaculada Salvador Romero.
Julio/25.
Bienvenido julio.
Afortunado eres si vives cerca o en zonas costeras, los calores de este verano según comentan los expertos serán más sofocantes que en años anteriores.
Vamos a ofrecer remedios de manera natural para sobrellevar el calor.
El mes de julio suele ser sinónimo de altas temperaturas, exposiciones prolongadas al sol y, en muchos casos, sensación de agotamiento físico y mental. Nuestro cuerpo, en su constante búsqueda de equilibrio, se ve especialmente afectado por el calor extremo. La naturopatía, es una disciplina que promueve la salud integral respetando los ritmos de la naturaleza, es posible acompañar al organismo para que atraviese el verano de forma más armónica, vital y saludable.
El calor como elemento transformador
Según las bases de la naturopatía, cada estación representa una oportunidad para conectar con el cuerpo y sus necesidades específicas. El verano, y especialmente julio, corresponde al elemento fuego en muchas tradiciones, lo que simboliza luz, expansión, digestión y transformación.
Pero un exceso de fuego puede desequilibrar. Cuando las temperaturas suben, lo natural es que el cuerpo tienda a acelerar algunos procesos fisiológicos: la piel transpira más, el ritmo cardíaco se incrementa y la digestión puede volverse más pesada si no se adapta a la estación. Por eso, es fundamental seguir una serie de hábitos que favorezcan la autorregulación térmica y el bienestar global.

1. Hidratación inteligente: no solo agua
Beber agua es esencial, pero no todo vale. Desde la naturopatía se recomienda una hidratación consciente que respete el ritmo del cuerpo.
Agua con electrolitos naturales: El sudor elimina minerales esenciales. Puedes recuperar estos electrolitos con agua infusionada con rodajas de pepino, limón y una pizca de sal marina sin refinar.
Infusiones frías de plantas medicinales: La menta, la manzanilla, el hibisco o la melisa son ideales. Preparadas como infusiones frías, ayudan a refrescar y relajar.
Evita las bebidas con hielo en exceso: Aunque apetecen, los líquidos demasiado fríos pueden generar choques térmicos internos y debilitar el sistema digestivo.
2. Alimentación viva, fresca y estacional
Julio nos ofrece una abundancia de frutas y verduras con alto contenido en agua, vitaminas y antioxidantes. Elegir estos alimentos no es solo un gusto, es una forma de medicina preventiva.
Frutas hidratantes: Sandía, melón, cerezas, albaricoques, melocotones.
Ensaladas multicolores: Tomate, pepino, rúcula, zanahoria, remolacha cruda, germinados…
Evita las comidas pesadas: Guisos, fritos y carnes rojas dificultan la digestión y aumentan el calor interno.
Ayuno intermitente suave: Escuchar al cuerpo y espaciar las comidas puede ser útil. Siempre con guía profesional.

3. Regulación de la temperatura corporal
Como naturópata considero que el cuerpo puede adaptarse al entorno si se le dan las herramientas adecuadas.
Baños y duchas terapéuticas:
Duchas tibias con infusión de menta.
Baños de pies con sal marina y lavanda.
Ropa y tejidos naturales:
Prendas de algodón, lino o bambú.
Evitar sintéticos que no transpiran.

4. Gestión emocional y calor interno
El calor también puede manifestarse en forma de irritabilidad, ansiedad, insomnio o impaciencia.
Respiración consciente.
Infusiones relajantes: tila, pasiflora, melisa.
Contacto con la naturaleza: paseos al atardecer, caminar descalzo.
Menos carga mental: el verano pide descanso.

5. Horarios y ritmos: volver a lo natural
Levántate más temprano y aprovecha el frescor.
Evita el sol del mediodía.
Pequeñas siestas después de comer (20-30 minutos).

6. Cuidado de la piel desde dentro y desde fuera
Desde la alimentación:
Betacarotenos naturales: zanahoria, mango, calabaza.
Ácidos grasos esenciales: semillas de lino, chía, nueces.
Desde el exterior:
Aceites vegetales como coco, jojoba o sésamo.
Evitar productos con alcohol o perfumes artificiales.
7. Plantas adaptógenas y tónicos veraniegos
Ginseng siberiano (energía sin sobrecalentar).
Rhodiola rosea (adaptógeno para estrés térmico).
Ortiga verde (rica en minerales y diurética).
Consulta siempre con un profesional antes de iniciar suplementos.

8. Refrescar el alma: tiempo para el gozo
Escuchar música suave.
Meditar a la sombra.
Leer, reír, estar con quienes amas.
Hacer menos y sentir más.

Conclusión: Verano consciente, cuerpo equilibrado
Julio puede ser un mes de expansión, vitalidad y transformación positiva si atendemos a las señales del cuerpo con respeto y conocimiento. La naturopatía nos invita a vivir el calor de forma consciente, no como un enemigo, sino como un maestro que nos recuerda la importancia de fluir, soltar, simplificar y conectar con lo esencial.
Adoptar estas pequeñas pautas puede ayudarte a transitar el verano con más energía, salud y bienestar integral. Porque el cuidado natural no es solo para aliviar síntomas, sino para prevenir, armonizar y potenciar tu vida desde lo más profundo.
Espero que con estos consejos puedas disfrutar del mes julio y lo disfrutes.
Feliz Julio.
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