Internetlopithecus
Josemi Montalbán.
Julio/25.
Mire usted, Pérez, que lo que está ocurriendo en Torre Pacheco, provincia de Murcia, es algo que no se está usted tomando lo suficientemente en serio y ya le prevengo que es un asunto muy, muy serio.
El hecho de que una horda de potenciales asesinos se dé cita, vía redes sociales, para salir a “cazar” a otros seres humanos, incitados por un puñado de sinvergüenzas que viven de agitar el inodoro que algunos tienen en lugar de cabeza, sembrar odio y provocar el caos, es lo suficientemente grave como para que nuestras magníficas todas autoridades centrales, autonómicas, provinciales y locales, salieran a condenar, apaciguar y explicar, en lugar de, en el mejor de los casos, lamentar.
Padecemos, Pérez, una clase política, así en general, sin distinciones de colores, muy, muy mediocre, no solo en España, en todo el mundo, que, consciente o inconscientemente, pero me temo lo peor, están arando el campo de la libertad para sembrar la semilla del autoritarismo, del neonazismo, como el principal cultivo de una sociedad escasamente cultivada.
Estamos, Pérez, viviendo la era del Internetlopithecus, del cromañón con acceso a Internet, donde cualquier gaznápiro que asome en TikTok, Twitter o por Tontosdelapollapuntocom, ya sea tocándose con boina y llevando zurrón, o adornándose con corbata y vistiendo de Cipote&Cipotón, puede decir majaderías con la absoluta seguridad de que encontrará un majadero dispuesto a seguirlo, porque antes, los majaderos se padecían en los barrios y ahí quedaban acotados, hoy, por culpa de la cosa de Internet que no nos ha hecho más libres, ni más cultos, pero si ha permitido a los majaderos salir del barrio, se agrupan en Torre Pacheco y mañana ya se verá.
Es de juzgado de guardia leer como líderes políticos señalan, sin pruebas, ni siquiera indicios, a un colectivo determinado como responsable de un determinado acto delictivo, incitando a los bárbaros a barbarie, a perpetrar la salvajada, y eso basta para que inmediatamente una legión de hampones, de matones de tercera división, de cobardes envalentonados por el número del rebaño, se derrame por un algún lugar provistos de sus garrotas y armas de hueso, dispuestos a abrir la testuz de un paisano que venga de tomar el sol. Un líder político que una vez que comienzan las carreras, las persecuciones y la “caza”, escribe otro tuit pidiendo a la autoridad competente contundencia con quienes alteran la paz del ciudadano honrado que madruga al día siguiente, todo en un proceso de hipocresía y desvergüenza que pasma a cualquiera que tenga un mínimo de capacidad de raciocinio, cualidad que, en estos días de bárbaros y barbarie, no adorna a cualquiera, y por eso el político aludido está en política, y no en su cueva asando una pernera de mamut.
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