Humberto Baena de asesino a asesinado

En la imagen Xosé Humberto Baena Alonso con gafas.
Jaime Tenorio.
Septiembre/25.
El Gobierno de España ha declarado nula la condena a muerte dictada por el régimen franquista contra Xosé Humberto Baena Alonso, que pasó a la historia como uno de los cinco últimos fusilados por la dictadura, cuando fue asesinado en el campo de tiro de Hoyo de Manzanares en Madrid, el 27 de septiembre de 1975, apenas dos meses antes de la muerte del genocida Francisco Franco.
Humberto tenía solo 24 años y militaba en el Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP), una organización terrorista de izquierda que luchaba contra el régimen totalitario, y había sido acusado del asesinato de un policía por lo que fue condenado a muerte en un juicio en el que no se admitieron pruebas ni testimonios exculpatorios, y basó la condena en una confesión obtenida bajo tortura.
Ahora, gracias especialmente a la incansable lucha de su hermana Flor, Humberto ha obtenido oficialmente el "Reconocimiento y Reparación Personal”, que restituye su memoria como asesinado, no como asesino.
"Papá, mamá:
Me ejecutarán mañana de mañana [27 de septiembre de 1975]. Quiero daros ánimos. Pensad que yo muero pero que la vida sigue. Recuerdo que, en tu última visita, papá, me habías dicho que fuese valiente, como un buen gallego. Lo he sido, te lo aseguro. Cuando me fusilen mañana pediré que no me tapen los ojos, para ver la muerte de frente.
Siento tener que dejaros. Lo siento por vosotros que sois viejos y sé que me queréis mucho, como yo os quiero. No por mí. Pero tenéis que consolaros pensando que tenéis muchos hijos, que todo el pueblo es vuestro hijo, al menos yo así os lo pido. ¿Recordáis lo que dije en el juicio? Que mi muerte sea la última que dicte un tribunal militar. Ese era mi deseo. Pero tengo la seguridad de que habrá muchos más. ¡Mala suerte! ¡Cuánto siento morir sin poder daros ni siquiera mi último abrazo! Pero no os preocupéis, cada vez que abracéis a Fernando, el niño de Mary, o a Manolo haceros a la idea de que yo continúo en ellos. Además, yo estaré siempre con vosotros, os lo aseguro. Una semana más y cumpliría 25 años. Muero joven, pero estoy contento y convencido. Haced todo lo posible para llevarme a Vigo. Como los nichos de la familia están ocupados, enterradme, si podéis, en el cementerio civil, al lado de la tumba de Ricardo Mella. Nada más.
Un abrazo muy fuerte, el último. Adiós papá, adiós mamá.
Vuestro hijo, José Humberto”
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