Cruces de mayo
Julia Montalbán.
Mayo/25.
A pesar de sus raíces religiosas hoy en día son muchos los pueblos que la celebran bajo el manto pagano de la fiesta popular, sin rastro de matiz religioso que la presencia de la propia cruz.

La costumbre de elaboirar cruces con flores está muy extendida en el Sur de España, aunque ni mucho menos es el único lugar donde se da.
Crédito a quien corresponda.
¿Estamos perdiendo el origen de nuestras festividades?
El día de la Cruz es un festejo que se celebra el día 3 de mayo cuyo origen es religioso, ya que se debe al hallazgo de la llamada “verdadera cruz”, el auténtico madero en el que fue crucificado Jesús, cuya historia se remonta al siglo IV y que es considerado como el más significativo de los símbolos del cristianismo.
A pesar de sus raíces religiosas hoy en día son muchos los pueblos que la celebran bajo el manto pagano de la fiesta popular, sin rastro de matiz religioso que la presencia de la propia cruz.
Y sí, esto os sonará más a una feria que a un festejo religioso, y es que poco a poco como muchas otras fechas se ha ido actualizando a los tiempos y a la sociedad actual, la cual parece disfrutar más del mundano jolgorio que de la solemnidad religiosa. Sin embargo, la exposición de cruces y, en muchos lugares la liturgia religiosa continuan sosteniendo el origen de la conmemoración.
Lo cual me hace reflexionar sobre si en un futuro se extenderá la forma pagana de celebración más semejante a un día de feria, y si esto despertará más el interés de los jóvenes en esta tradición, o si permanecerá por el contrario un hilo que mantendrá las raíces cristianas, a la par de festejar y disfrutar de un modo más actual y quizás más inclusivo hacinado formar parte también a las personas ateas o de otras religiones.
El Día de la Cruz es una fiesta viva, que mezcla lo religioso y lo popular, uniendo a las comunidades en torno a la cruz como símbolo de fe, protección y esperanza para el futuro , futuro en el que esperemos siga avanzando a la par de la sociedad, ya que verdaderamente hoy en día apenas hay gente que vive la religión cristiana de una forma tan viva y constante, ya no existe un “voy a misa todos los domingos“ y mucho menos entre los más jóvenes.
Aunque a nadie le viene mal en estos tiempos tomarse las cosas de un modo más divertido dejando un poco al lado las diferencias y aprovechando los lugares públicos de la forma más laica posible y centrándonos en la inmensa cultura que tenemos, que nos permite pasar el día con las calles llenas de flores y espectáculos de baile y cante flamenco sin necesidad de ocupar en dicho lugar las calles con simbología y ambiente religioso, o entregados al retiro interior o que nos pueda opfrecer un templo.
Sea como fuere, disfrutemos de nuestras ciudades y de nuestras fiestas, de nuestra tradiciones y costumbres, y hagámoslo en paz y franca cordialidad.
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