Santos Cerdán, el hombre que surgió del frío.


El Comunero.

Julio/25.

 

"El PSOE se heló a los pocos minutos de que se filtrara un informe de la UCO que situa a la cabeza de una trama de corrupción política, a su número tres, el secretario de Organización,Santos Cerdán, quien presentó su dimisión como tal, además de renunciar a su acta de diputado.

 

Hasta el pasado 12 de junio de 2025,  Santos Cerdán era una figura discreta y fundamental en el engranaje socialista, pero ese día una filtración de las más que habituales de informes de UCO puso al secretario de Organización del PSOE en el disparadero, al colocvarlo la Guardia Civil a la cabeza de una trama de corrupción políticca en la que también estarían implicados el exministro de Fomento, José Luis Ábalos y su asesor Koldo García, pasando a convertirse en el epicentro de una de las mayores crisis políticas del PSOE en la última década.

Cerdán, un técnico en Electrónica Industrial y militante socialista desde 1999, construyó su carrera política desde la base: primero como concejal en su pueblo natal, Milagro (Navarra), y luego como diputado autonómico. Su cercanía con Pedro Sánchez se consolidó durante las primarias de 2017, cuando se convirtió en uno de sus principales apoyos internos. En 2021, tras la salida de José Luis Ábalos, fue nombrado secretario de Organización del PSOE, un cargo clave en la estructura del partido. Sin embargo, esa misma cercanía con el poder es la que ahora lo sitúa en el ojo del huracán.

La vinculación de un hombre tan cercano al presidente del gobierno en un asunto tan sucio, ha desatado una tormenta que amenaza con arrastrar no solo a la cúpula del partido, sino también a Pedro Sánchez.

El informe de la UCO lo señala como presunto gestor de hasta 620.000 euros en comisiones ilegales vinculadas a adjudicaciones de obra pública, en el marco del llamado “caso Koldo”. Las grabaciones interceptadas a Koldo García, exasesor de Ábalos, lo implican directamente en conversaciones sobre pagos, favores y amaños de contratos.

La publicación de un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que lo vincula directamente con una presunta trama de corrupción, ha desatado una tormenta que amenaza con arrastrar no solo a la cúpula del partido, sino también al propio Gobierno de Pedro Sánchez. El documento de casi 500 páginas detalla una red de relaciones entre Cerdán, Ábalos y García que se remonta a su etapa en la política navarra. Según la UCO, la red habría escalado a nivel nacional con la llegada de Ábalos al Ministerio de Transportes. En una de las grabaciones más reveladoras, Koldo García afirma: “El hijo de puta de Santos me ha utilizado durante quince años y no me ha dado nada”.

Las grabaciones interceptadas a Koldo García, exasesor de Ábalos, implican directamente a Santos Cerdán en la trama de corrupción.

La reacción del presidente del Gobierno fue inmediata. Pedro Sánchez compareció desde la sede del PSOE en ferraz, para expresar su “dolor” y “perplejidad” por los hechos. Anunció una auditoría externa de las cuentas del partido y una reestructuración de la Ejecutiva Federal, un secretario gemneral del partido que salió de inmediato a sofoicar el incendio, pero, sin embargo, su liderazgo ha quedado tocado. La confianza depositada durante años en Cerdán, su “hombre para todo”, se ha convertido ahora en su mayor vulnerabilidad. Según fuentes del partido, Sánchez ha reducido su círculo de confianza a unas pocas personas, entre ellas Salvador Illa, con quien se reunió en privado en Moncloa mientras agentes de la UCO clonaban el correo de Cerdán en la sede de Ferraz. La imagen fue devastadora: la sede del PSOE, epicentro del poder socialista, convertida en escenario de una operación judicial.

Santos Cerdán y Pedro Sánchez, distendidos en un acto del partido, la complicidad política entre ambos hombres es evidente, pero... ¿Llegó a  terrenos más pantanosos su relación de partido? Es la duda que ahora planea sobre la cabeza del presidente del gobierno, a pesar de que nada lo apunta.

El escándalo ha provocado un terremoto interno en el PSOE. La desconfianza se ha instalado en las filas socialistas, donde ya nadie se fía de nadie. Algunos dirigentes temen que la onda expansiva del caso alcance a otros miembros del partido, mientras que los socios parlamentarios exigen explicaciones urgentes.

La oposición, por su parte, ha exigido lo de siempre, dimisión y adelanto electoral, además de protagonizar una bochornosa escena el Congreso, donde abuchearón a Cerdán al grito de “¡dimisión!” por los diputados del PP y VOX.

En este contexto, crecen los rumores sobre un posible adelanto electoral o incluso una dimisión del presidente para facilitar una nueva investidura sin pasar por las urnas. Aunque Sánchez lo descarta públicamente, lo cierto es que el momento es muy delicado y puede ocurrir cualquier cosa, incluso que nos vayamos de vacaciones teniendo una cida con las urnas a la vuelta. Incluso desde la izquierda, voces como la de Arnaldo Otegi han advertido que “ya no vale con decir que la alternativa es peor”.

Más allá de las responsabilidades individuales, el caso Cerdán plantea una pregunta incómoda: ¿es este otro "caso aislado", uno más de los centenares de casos de corrupción que afloran prácticamente a diario en España y que implican a los dos principales partidos, o es el resultado de un sistema político completamente podrido? El síntoma de una enfermedad crónica que nadie parace dispuesto a intentar culturar.


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