Caligula II, el emperador de los aranceles
Fernando Alés.
Octubre/25.
"Los españoles somos como los niños poco aplicados, aunque estos repiten en septiembre y nosotros lo hacemos un año tras otro, porque parece ser que no está en nuestro ADN aprender de los errores".
Hace unos días entramos en el otoño, ya se acabaron los días de abrasadora canícula; de cervezas, helados o limonadas masivas o en el peor de los casos el socorrido botijo en vías de extinción. Se acabaron también los días de devastadores incendios que a tanta gente ha tenido en vilo y a tanto responsable político con el agua al cuello (que paradoja, quizás el mismo agua, que no se ha utilizado a tiempo por la falta de medios que esos mismos políticos incompetentes han recortado). Aunque si le preguntamos concretamente a una de las responsables; nos diría, que se iba a quemar igual. (Ya me entendéis)
Pues como decía, ya se ha acabado toda esta problemática, al menos hasta que la canícula vuelva a hacer de las suyas.
Porque los españoles somos como los niños poco aplicados, aunque estos repiten en Septiembre y nosotros lo hacemos un año tras otro, porque parece ser que no está en nuestro ADN aprender de los errores.
Por lo demás nada nuevo bajo el cielo. Los asesinos sionistas siguen aniquilando palestinos sin tregua, con el beneplácito del magnate de la sinrazón y el nuevo totalitarismo yankee, D. Donald j. Trump (el puto Donald, para la gente woke).

Esperemos que la flotilla solidaria “Global Sumud” al menos pueda cumplir su objetivo y amparar en lo posible a los palestinos que sigan sobreviviendo entre los escombros que los sionistas han convertido en un infierno en la tierra.
Personalmente, (y no me gusta vaticinar) creo que va a ser una tarea harto difícil, porque los sionistas llenos de soberbia y apoyados por el fascista americano, se pueden poner el derecho internacional por montera, o por lo que ponen encima del sillín de la bici, de hecho, ya lo están haciendo y pueden poner muy difícil que pueda llegar a buen puerto la misión humanitaria. Incluso con el posible caso de crear un grave conflicto internacional, o incluso un conflicto armado de consecuencias imprevisibles, si atacan abiertamente a los activistas de cuarenta y cinco países y la comunidad internacional reacciona, como sería de esperar.
En estos momentos “el mundo occidental” es una incertidumbre política y social, gobernados por políticos neoliberales pusilánimes y sumisos ante los menosprecios y la prepotencia de la bestia americana, y eso hace que los fascistas israelíes se sientan fuertes.
Los totalitarismos afloran día a día, los miserables fascistas de antaño, se han convertido en sutiles fabricantes de miedo, a través de la desinformación, coacciones y amenazas, por redes sociales y medios de comunicación al servicio de su amo.
Y el mayor exponente de esto lo tenemos hoy por hoy, en un tipo, que ha convertido el país de las libertades (esto es un eufemismo; las libertades en EE.UU. siempre fueron para los mismos, ganada a través la esclavitud y ahora de abusos y explotación) en un régimen totalitario y absolutista, que dentro de muy poco tiempo será una dictadura en toda regla.
Autoerigido en el nuevo emperador del mundo, el puto Donald, como si fuera el mismísimo Calígula romano, actúa de la misma forma, gobernando según sus caprichos de cada momento, sin tener en cuenta a nada, ni a nadie, desquiciado e irresponsable, queriendo poner al mundo a sus pies, sin tener en cuenta el peligro de la frágil estabilidad mundial conseguida a través de años de esfuerzos por parte de políticas sociales y económicas, desde la última gran guerra. Ahora amenazadas por su egolatría, igual que están amenazados países y estadistas por medio de coacciones, chantajes y amenazas. Porque como todos los psicópatas, este personaje no tiene sensación de peligro, ni de miedo, ni responsabilidad. Dentro de su perturbada mente, todo está Ok.
Rodeado de pelotas y otros tan fascistas, o más aún que él mismo, que se sienten identificados y ven en él a el baluarte y valedor de sus miserables ideologías.
Esperemos que al menos, como el propio Calígula su gobierno solo dure cuatro años y no produzca males irreparables.
Aunque personalmente, rezo para que la madre naturaleza sea justa, y lo acoja en su seno lo antes posible. Que la tierra le sea leve. Y que lleve tanta paz, como paz dejaría a la humanidad.
No es odio, no suelo odiar por mi propia tranquilidad, es un deseo de que se cumpla, la frase: Es ley de vida.



Los siguientes párrafos están escritos intencionadamente para los más jóvenes de nuestros lectores.
Aquí en nuestras tierras patrias, antes del fenómeno Trump, ya había derivas a la derecha, que nunca ha dejado de haber, por cierto.
Fachas siempre ha habido, como mosquitos en verano, si no pones mosquiteras.
Pero con el auge de las ideologías de extrema derecha en Europa, más los resultados que le están dando a los extremistas americanos, los fachas patrios (que no patriotas) se sienten envalentonados y promueven sus discursos de odio sin pudor alguno, incitando a las nuevas generaciones de votantes, faltos de cultura política y abotargados por tanta desinformación mediática, a hacerles creer que la revolución es situar su voto en la extrema derecha, para odiar, o al menos sentir rencor, por todo aquel que sea diferente.
Sin saber que esa será vuestra perdición y la de todos nosotros.
Abascal, Alvise, Dani Esteve y toda esa gentuza van a lo suyo y les importáis una mierda.

Que los derechos sociales, la sanidad, el acceso a la educación, el estado del bienestar, etc. que quieren derogar estos fascistas, no son solo para los viejos jubilados, las amas de casa o los emigrantes. Son para todos, porque en este país vivimos todos, todos usamos carreteras, o necesitamos ir al médico, o tenemos derecho a estudiar o a una cobertura cuando te despiden de una empresa.
Todos, somos todos. Porque los jóvenes de veinte o treinta años, necesitáis una educación accesible de calidad, un médico cuando estéis enfermos y una jubilación digna cuando terminen de trabajar.
Y eso chavales, se mantiene con los impuestos de todos, no votando a quien te lo quiere quitar, por mucho que te los digan unos influencers que crean dudas y discordia desde su Torre de Marfil en Andorra, por ejemplo, para no pagar impuestos en su país. Eso es lo que aportan estos personajes.

La deriva de la juventud hacia las posiciones ultras es un fenómeno muy preocupante. Que VOX sea el partido favorito entre los jóvenes españoles, con un apoyo del 27,9% entre personas de 18 a 24 años, no es ya preocupante, sino terrorífico incluso para vosotros mismos.
Solo tenéis que ver los resultados en la Argentina de Milei.
Solo un mensaje más:
Los de mi generación ya tenemos todo el pescado vendido, ahora solo queda ver si vosotros abriréis los ojos a tiempo u os enterrareis vivos en vuestra equivocada rebeldía.
En fin… Como me suelo despedir habitualmente, os diré:
Que Dios os la dé y San Pedro os la bendiga.
Porque como no espabiléis no os salva ni Dios.
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