Specula.

Octubre/22

El mundo no para, nunca lo hace incluso a costa de que nos creamos infinitos e insustituibles. Falso, efímeros somos y ninguno nos llevamos a la tumba ni un euro, ni una libra, ni un mísero dólar.

Marx lo definió muy bien: El capitalismo destruye de manera contumaz las mayores fuentes de riqueza del planeta, y arrasa la naturaleza en una devastación sin paliativos y sin permitir que el planeta se recupere, mientras mata seres humanos que echa en la caldera de su combustión interna, con enfermedades de laboratorio, con hambre que va de los laboratorios a los platos vacíos, y con las afecciones psicológicas que genera esta sociedad “moderna”, que alumbra hijos infelices desde la cuna, de madres y padres también infelices desde que comprenden que, los proyectos de vida son solamente para los ricos.

Al mundo le dan igual los ricos, pero ellos se visten de Armani y presionan a los gobiernos para ser más insolidarios con sus semejantes y pagar menos impuestos todavía, forma en la que preservan sus ingentes fortunas.

Nunca sabremos si las directrices vienen del Club Bildelberg, desde JP Morgan Chase, desde la Reserva Federal Americana o el BCE y lo mismo dará, porque todos son sinónimo de la misma esencia. Lo cierto es que Ayuso, que quizás no sea muy lista pero está muy bien informada, comenzó abriendo la veda de, una vez consumida la dosis de libertad y cerveza en las terrazas de Madrid, vender la bajada de impuestos a las grandes fortunas, pero haciendo la trampa de repartir el ahorro entre todos los madrileños, como si todos ellos fueran a beneficiarse del mismo.

Juanma Moreno no quería ser menos, y en Andalucía suprime también el Impuesto de Patrimonio a las grandes fortunas, no sacando de sus bolsillos 900 millones de €, dinero que a los ricos no les saca de ricos, pero al resto de la CCAA le habría proporcionado Educación, Dependencia y Centros de Salud algo mejor dotados aunque sigan estando bajo mínimos y en la cola de la Sanidad española. Moreno Bonilla luego, no tiene empacho en pedir al Gobierno de España 1.000.€ para combatir la sequía, es decir, pide dinero que no ha querido que pagaran los ricos, y lo pide del que sale del IRPF de los pobres.

Hay más. Liz Truss en Reino Unido también se acaba de subir a ese barco, y ante la hecatombe económica que en pocas horas se ha cernido sobre la economía de UK, inmediatamente ha dado marcha atrás dejando el tipo impositivo más alto en el 45%. La libra se había desplomado y las gentes se han echado a las calles para decirle al Partido Conservador que por ahí no, aunque eso no se esté contando.

Siempre que se recauda menos en impuestos, se dispone de menos efectivo para los servicios que el Estado le da a los ciudadanos, y no hace falta un máster para entenderlo y, ahora el PP que ve en las encuestas que ni sus votantes lo entienden, hace el juego del triles, y enseña la bolita, la esconde, la enseña de nuevo y luego hace que desaparezca para siempre pero esfumando también el dinero de los ricos que no llegará a las arcas públicas, contribuyendo así a la causa común.

El mundo no para y no lo hará nunca, el capitalismo tampoco aunque tenga su tiempo tasado y nos acabe llevando a todos por delante.