Elegir, no heredar.

Specula.

Julio/2022

Mirar apenas un instante a los adentros, muestra a los mayores del lugar y a los que les seguimos, que este país democrático vive una suerte de franquismo tuneado de democracia monárquica que, a la postre, hace aguas por muchos sitios en el marco de las libertades.

Uno de tantos aspectos cojos, es esa Monarquía que el dictador dejó atada y bien atada, como piedra angular soportando la Corona el arco de la gran economía, y haciendo de nudo que asegura el entramado capitalista resultante de aquella España de Franco, en la que se decía que “aquel que no roba, o es tonto o es manco”.

Sabido es que nunca se le dio al pueblo la oportunidad de votar sobre si quería o no una Casa Real, y que se instauró con el ciudadano Borbón al frente, un sistema de comisiones que le permitió viniendo pobre, ser a día de hoy una de las primeras fortunas del país, riqueza que no proviene precisamente del ahorro de su sueldo, porque aunque ellos lo tengan todo gratis, su sueldo no da para tanto apalancamiento. Aquel anacronismo interesado, venía además con un salvoconducto de inviolabilidad que, permite a Juan Carlos robar a manos llenas sin que pase nada.

Sigue habiendo dos Españas, nadie lo duda: Una tonta y otra lista y a veces estamos en una y en otras ocasiones ocupamos la contraria. Listos y tontos había en Sanxenxo el otro día pongo por ejemplo. También está la de los pobres y la de los ricos, en la que es muy difícil que ningún ascensor social permita a los de abajo subir, ni los de arriba bajan, salvo los botarates manifiestos que siempre los hay. También está la España de la naftalina, la beata, la del chunda chunda, banderita en la muñeca y pelo engominado, y luego está la de aquellos que siguen peleando por la libertad, en trincheras o atalayas mediáticas, o en la calle codo a codo, en la que se es mucho más que dos como escribió el inefable Benedetti.

A una parte de los últimos quiero mostrar tras lo sucedido en el  país durante el pasado sábado 14 de mayo: me refiero a la Consulta Popular entre Monarquía y República.

La consecuencia fue, sin duda, que los objetivos de esa Consulta fueron cumplidos con amplitud y en un aroma de libertad que emocionó a mucha gente.

Conocidos los resultados de la Consulta Monarquía-República que se celebró ese sábado 14 de Mayo, el mismo pasará a la historia por ser la mayor consulta directa y presencial que se haya hecho nunca sobre la forma de Estado, una impresionante muestra de participación democrática y de libre expresión y un gesto, sin precedentes, de movilización social y reivindicación del derecho a decidir el modelo de Estado en este país.

Fueron 724 mesas de votación en todas las Comunidades Autónomas (excepto Aragón y Melilla) y en diversas ciudades del extranjero (para permitir el voto a los compatriotas residentes en ellas) como Berlín, París, Buenos Aires Montevideo, Bruselas, Toulouse, Amsterdam…

Un total 81.817 votantes de los cuales 76.206 han votado por la República, más de 4000 voluntarios y voluntarias y la ausencia, casi absoluta de incidencias avalan el éxito de una iniciativa que empuja en la dirección correcta, la de exigir un Referéndum (este sí, vinculante) que más temprano que tarde, ha de conseguir que se escuche al pueblo.

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