Amnesia Suicida


Josemi Montalbán.

Octubre/25.

 

La deriva autoritaria de Europa no es deriva, es suicidio colectivo. 

 

Más de cien mil bestias se manifestaron el pasado día 13 de septiembre por las calles londinenses para protestar contra la inmigración, no contra los especuladores que sumergen en la miseria a millones de trabajadores precarizados en beneficio de un entramado corporativo neoliberal que aumenta cada día sus beneficios, no contra los políticos que los engañaron para abandonar la Unión Europea cumpliendo las órdenes de Washington, no contra los bancos que los exprimen hasta la asfixia para seguir aumentando sus mil millonarios beneficios, no contra los propietarios que les suben los alquileres hasta lo insostenible, no contra los político peleles y parásitos que les recortan sueldos y prestaciones para desviar el dinero de los ciudadanos a las cuentas de las empresas multinacionales y armamentísticas estadounidenses, no. Se manifestaron contra los inmigrantes, contra aquellos que son más pobres que los pobres ingleses, aunque no tan estúpidos como los estúpidos pobres estúpidos ingleses, a los que los inmigrantes que son conscientes de la realidad del mundo porque, al contrario de los estúpidos, ricos y acomodados europeos, la han padecido en sus carnes y por eso han llegado hasta aquí, miran más con pena que con odio. 

Más de cien mil descendientes del gran Ricardo berreando por el asfalto de Russell y los recodos de Stamford Street consignas más propias de las Sturmabteilung del III Reich, que de los educados, refinados y estirados súbditos de Su Majestad Tampax I del Reino Unido.  

Foto: EFE

Cien mil borregos convocados por la bestia Tommy Robinson líder de los nazis ingleses, que montó un espectáculo con pantallas gigantes, deshumanizando al “enemigo” para que la cabaña borrega tenga la sensación de que los inmigrantes son solo atrezo y no seres humanos, siguiendo al dictado el manual de Goebbels, en una concentración en la que los manifestantes británicos han coreado consignas pidiendo al gobierno que hunda las embarcaciones que usan los inmigrantes para cruzar el Canal de la Mancha (¿Les suena?), que suelte las amarras de los "barcos asilo", auténticos campos de concentración flotantes que ha dispuesto el gobierno "democrático" del "progresista" Keir Starmer, otro millonario que llega al gobierno jurando por sus muertos más rancios que es el salvador de los trabajadores, o la exigencia para que se deje de alojar a inmigrantes acogidos por enfermedad o menoría de edad en hoteles (¿Les suena?). 

Foto: EFE

La deriva fascista de Europa no es deriva, es suicidio colectivo, inducido por un puñado de millonarios hijos de puta, contrarios a la democracia, asesinos de libertades, enemigos de los pueblos, que han diseñado un plan global, al que un puñado de traidores corruptos se han sumado para mover a los pobres, a los tontos, a los descontentos, a los ilusos del mundo, no muy cultos o bastante obtusos, para que, asomándose al abismo y antes de arrojarse al vacío, se enfrenten a otros miles de pobres, que les aligere a los privilegiados el peso de los carros de la muerte que vendrán después apilando cadáveres para el muladar, que gastar tontamente nunca fue bueno para el negocio. 

El gran éxito del fascismo no ha sido el de lograr que los pobres se enfrenten entre sí, esa es solo una consecuencia de su auténtica victoria; hacer que los pueblos olviden su historia, y las atrocidades con las que los fascistas destrozaron a los pueblos. 


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