Elecciones en Italia: El fascismo retorna al poder después de 77 años

Redacción.

26/09/22

La neofascista Gaorgia Meloni será la nueva primera ministra italiana tras su victoria en las elecciones legislativas de 25 de septiembre, presidiendo un gobierno de coalición con las fuerzas fascistas de Matteo Salvini y la extrema derecha de Silvio Berlusconi.

Meloni, que será la primera mujer en liderar Italia, después de que su formación, Fratelli d´Italia haya obtenido el 26% de los sufrágios de los aproximadamente 50 millones de italianos que en el día de ayer fueron convocados a las urnas y que en coalición con La Liga de Salvini y Forza Italia, el partido de Berlusconi, acumulan el 44% de los votos de la cámara, lo que les otorga el gobierno de la república.

El fascismo vuelve al poder en una de las potencias europeas después de 77 años de ausencia en las cancillerías, confirmando el auge de esta nociva ideología en todo el viejo continente, avanzado por países como Hungría.

Fratelli d´Italia, es una organización nonazi, que nunca ha ocultado, todo lo contrario, su admiración por Benito Mussolini.

A la victoria del fascismo italiano no es en absoluto ajeno el hartazgo de la población de gobiernos débiles que alternaban líderes como zapatos, el sistema electoral italiano no prevé la elección de un candidato, de hecho la última vez que Italia eligió a un primer ministro de las urnas fue en 2008, cuando ganó las elecciones Silvio Berlusconi en su tercera legislatura como jefe del Ejecutivo. Desde entonces, el país ha tenido al frente de la presidencia del Consejo de Ministros a otros seis líderes que nunca se presentaron para ser elegidos, como los tecnócratas Mario Monti o Mario Draghi.

El resultado de las elecciones italianas nos deja el panorama más sombrío de los últimos 50 años con una Europa se hunde peligrosamente en el fango fascista, amenazada por el enemigo exterior y los traidores del interior, herida por una guerra que la desangra y prisionera de unas políticas neoliberales impuestas por una potencia que no levanta el pie de nuestra garganta.

Il duce é Resuscitato.